La ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular, define la "«Recogida separada»: la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene por separado, según su tipo y naturaleza, para facilitar un tratamiento específico."

La recogida de residuos comienza con la colocación de las áreas de aportación, en ella se ubican los sistemas de recogida definidos por el ayuntamiento. Hay diferentes sistemas de los que hablaremos mas adelante, pero los mas habituales a día de hoy son los de contenedores, donde los ciudadanos depositan los residuos. Las áreas de aportación se sitúan a una distancia determinada unas de otras, según la densidad de población de la zona y están compuestas por diferentes fracciones. 

La frecuencia de recogida se determina en función del volumen de residuos a retirar y para ello se elabora un estudia previo que es el que determina la frecuencia de cada una de las fracciones. Los vehículos de recogida se asignan en función del tipo de recogida que se tenga que llevar a cabo, el tipo de residuo, la amplitud de las calles, la capacidad de volumen o masa, y otros factores. 

Los sistemas de recogida son:

1. Puerta a puerta
2. Aportación por contenedores de superficie
   1. Carga trasera
   2. Carga lateral
   3. Carga tipo iglú
3. Recogida neumática
4. Recogida de voluminosos, poda, y otros con volquete
5. Recogida con  camión sistema multilift (gancho o cadenas)
6. Recogida de compactadores con sistema multilift
7. Otros

Todos ellos son equipos de trabajo que permiten realizar la función de recogida por diferentes sistemas, por ello los conductores y operarios tienen que tener una formación en el manejo de dichos equipos, ya que un mal uso puede provocar daños a las personas y/o a las cosas. 

Estos vehículos a su vez pueden ser propulsados por sistemas diferentes, los más habituales hasta ahora son los propulsados por gasóleo, pero cada vez más se están implantando otras alternativas más sostenibles, como el gas natural, los bio-combustibles, los de hidrógeno, los híbridos o los eléctricos.

A la hora de adquirir los vehículos es primordial saber qué uso se le va a dar, el terreno por donde se va a mover, y las horas de trabajo que va a efectuar, ya que en una población que esté ubicada en una zona de montaña, donde hay grandes cuestas, un vehículo eléctrico que puede llegar a tener una masa de 25.000 kg con carga consumirá mucha energía, y puede llegar a quedarse bloqueado antes de terminar su jornada. Los sistemas fósiles contaminan, pero son más fiables a nivel de lugares con mucho desnivel.